lunes, 22 de diciembre de 2014

SIGNIFICADO DE UNA DECISION HISTORICA

Con el anuncio del restablecimiento de relaciones diplomáticas y el inicio de negociaciones entre Cuba y los Estados Unidos para la normalización de los vínculos entre ambos países se ha dado el primer paso para la eliminación del último vestigio de la Guerra Fría en el hemisferio occidental. Ha sido la respuesta a una creciente tendencia a favor del fin del embargo que cobró fuerza dentro de la sociedad norteamericana en los últimos cuatro años y a la que se sumaron recientemente prominentes figuras de la política como Hillary Clinton e influyentes medios como el New York Times.

Además de controversial, esta decisión tiene varias implicaciones que pueden diferir en dependencia de los actores involucrados directa o indirectamente en la misma.

No es descartable que para Cuba fue una decisión motivada por la necesidad de buscar un sólido espacio económico externo donde garantizar los recursos que el país necesita para su funcionamiento, ante la pérdida de dinamismo que ha tenido su economía en los últimos seis años, la incapacidad de cubrir sus propias necesidades como la alimentaria y frente a la incertidumbre de no seguir contando con el apoyo de Venezuela por el continuo deterioro económico que ese país ha estado confrontando, que se agrava con la caída de los precios del petróleo en el mercado mundial.

Además, la búsqueda en el norte de ese espacio económico podría provocar una reorientación de sus relaciones económicas externas ya que las posibilidades y cercanía que brinda la economía norteamericana podría implicar, en el mediano y largo plazo, la vinculación estrecha con el que fue su mercado natural durante la primera mitad del Siglo XX en detrimento de otros mercados con los cuales Cuba sostiene intercambios.

Otra posible implicación es la influencia positiva que los vínculos con los Estados Unidos pueden ejercer en el emergente sector privado de la isla al ponerlos en contacto con una cultura empresarial caracterizada por la alta eficiencia, además de que ayudará a dinamizar el ambiente de negocios en Cuba.

Para los Estados Unidos la decisión puede tener motivaciones de carácter doméstico y exterior, pero es ante todo un reconocimiento del fracaso de una política que fue incapaz de provocar los cambios democráticos que se aspiraba y de la necesidad de adoptar una posición más pragmática que trate de alcanzar los mismos objetivos a través de la influencia que se derivarían de los contactos entre las sociedades civiles de ambos lados del Estrecho de la Florida.

Para Puerto Rico es el momento de comenzar a explorar con premura y objetividad la realidad cubana, porque a pesar de las dificultades económicas por la que está atravesando Cuba, hay fortalezas y oportunidades sectoriales de beneficios mutuos, como son en los sectores de la banca y finanza, farmacéutica y biotecnología, construcción, turismo, servicios profesionales, comercio minorista, entre otros.

Al margen de los temores que existen por la posible reorientación de las inversiones norteamericanas hacia Cuba o el desvío de turistas que se podría producir, las oportunidades de negocios que se abren para el empresario puertorriqueño son mayores porque las economías de la Mayor de las Antillas y Puerto Rico son más complementarias que competitivas.
 
El camino hacia la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos no será fácil ni lineal, porque ambos tienen que resolver diferencias acumuladas por más de 50 años de confrontación, porque hay que ver como se dará la dinámica entre el Congreso y la Casa Blanca en torno al levantamiento del embargo, pero es un proceso que no tiene vuelta atrás, por lo que es necesario continuar monitoreando y evaluando con detenimiento los futuros resultados que se vayan produciendo y tomar las acciones correspondientes para capitalizar los mismos en función de lograr una efectiva relación económica y de negocios entre Puerto Rico y Cuba.

 Gerardo González Núñez

miércoles, 7 de mayo de 2014

LA EXPORTACION DE PROFESIONALES CUBANOS

La exportación de profesionales cubanos es una actividad de la cual se benefician todos los factores envueltos: el país que los recibe, el gobierno cubano y el profesional que participa. Mi interés fue conocer los beneficios que reciben esos profesionales y las condiciones en que se produce dicha participación.

El referente inmediato son las misiones a Venezuela, primer país donde Cuba comenzó a practicar en gran escala esta nueva forma de cooperación, que está dirigida mayormente al área médica.
Las misiones a Venezuela son por un período de 2 años y en algunos casos se puede extender hasta 3 años y ciertamente han ayudado a diversificar el acceso de divisas en la población cubana. En el país suramericano al profesional se le paga un salario de $5,600 Bolívares (unos $890 USD) mensuales y el que devenga en Cuba se le entrega integro a un familiar que designe, además se le deposita en una cuenta aparte la cantidad de $180 CUC mensualmente (unos $190 USD). Es decir, que por dos años de trabajo el cooperante acumula unos $4,320 USD ($108,000 CUP), cantidad que puede ser mayor ya que él o ella tienen la opción de diferir parte del salario que recibe en Venezuela para que se lo depositen en la cuenta de CUC.

Antes los colaboradores en Venezuela tenían como beneficio adicional el de llevar a Cuba, al terminar su misión, medio contenedor de carga que se usaba fundamentalmente para transportar equipos eléctricos y electrodomésticos. Ello se eliminó y ahora solo tienen el derecho de llevar 40 kilogramos en cada vacaciones y al terminar su contrato. Se le ofreció como alternativa enviar carga adicional a través de una agencia especializada y un familiar en Cuba paga el importe del envío en CUC.
La exportación de profesionales a Venezuela sigue el mismo patrón que las misiones a Haití, Bolivia y más reciente a Brasil: son fruto de convenios intergubernamentales e implica el envío masivo de personal en períodos planificados. Pero hay otras misiones como a países africanos, del Medio Oriente e incluso al Caribe Inglés que son producto de un acuerdo tácito entre los gobiernos pero no implica el movimiento de gran cantidad de personal ni por períodos específicos. Por general, son misiones más lucrativas (pueden representar para el profesional cubano hasta más de $1,000 USD mensuales de salario) y no tienen restricciones con relación a la cantidad de carga que puede llevar de regreso.

Estas colaboraciones se instrumentan de la siguiente forma: los gobiernos interesados en determinados especialistas lo solicitan a una empresa de contratación cubana quien tiene un banco de talentos que se ha nutrido a partir de  la inscripción voluntaria de los profesionales  o especialistas. Se envían aquellos que cumplen con los requisitos exigidos por la parte solicitante, donde el criterio del idioma es decisivo, y por supuesto también hay envuelto una buena dosis de “amiguismo o sociolismo” en la selección.
Se ha establecido que un profesional que haya tenido una misión de la catalogada como “difícil” (Venezuela, Haití, Bolivia y Brasil) tiene derecho a una misión llamada “de compensación” (más lucrativa).

Pude recoger entre mis interlocutores la preocupación por la situación en Venezuela y lo que significaría para Cuba la pérdida de ese valioso aliado económico. La preocupación está focalizada en el impacto energético (hay temor a la vuelta de los apagones de los años 90) y la pérdida de esa fuente de ingresos para muchas familias cubanas, porque por muy centralizada que esté la selección de los posibles cooperantes y los muchos criterios que puedan existir hay más posibilidades de ir al país suramericano que ser enviado a Angola o a los Emiratos Arabes Unidos.

lunes, 5 de mayo de 2014

EL IMPERIO DEL CUC Y EL IMPERIO DEL CUP

Para alguien que visita a Cuba el manejo de múltiples monedas es un asunto engorroso, sobre todo cuando no tienes la información precisa de cual unidad monetaria hay que usar para pagar por un determinado producto o servicio. Por ello, andaba con CUC (pesos convertibles o chavitos según el término popular) en un bolsillo, con CUP (pesos cubanos) en otro bolsillo y dólares en la retaguardia por si necesitaba cambiar más. Pero después de estar un tiempo observando y conversando con los residentes, el panorama se va esclareciendo y vas familiarizándote con las áreas de dominio de cada moneda.

En La Habana domina el CUC en lo que concierne a la venta de productos y servicios de consumo popular y ello aplica al sector privado como al sector estatal. En este último hay algunos establecimientos que están aceptando las dos monedas como parte de la transición hacia la anunciada unificación monetaria. La razón fundamental para que el imperio del CUC haya anclado en la capital tiene que ver con la mayor afluencia de divisas dado la fuerte inserción de la ciudad y en general de toda la región occidental en el mercado mundial a través del comercio exterior, la inversión extranjera, el turismo y las remesas de la diáspora cubana. Ello es consecuencia de la consolidación de dicha región como el principal eje de crecimiento y acumulación del país.
A medida que nos alejamos de la capital en dirección al este, el imperio del CUP se va haciendo presente. Un ejemplo: el casco histórico de Bayamo está integrado por un paseo peatonal de unos 500 metros el cual tiene 18 unidades gastronómicas todas estatales, entre pizzerías, restaurantes variados y cafeterías. Solo una cobra en CUC. Fuera de esa área proliferan los negocios privados los cuales cobran también en CUP, aunque pudieran aceptar CUC al cambio correspondiente.

La diferenciación entre La Habana y las otras provincias es también visible en el campo de los precios. Si una pizza individual (por cierto, la pizza se ha convertido en el fast food por excelencia en Cuba) puede costar entre $0.50 CUC y $1.00 CUC ($12.50 CUP - $25.00 CUP) en dependencia del lugar donde se confecciona, en Las Tunas, Holguín y Bayamo vale $5.00 CUP. Esta diferenciación está en sintonía con la disparidad de niveles de ingresos entre las distintas regiones y ha ayudado a potenciar un comercio interprovincial que se afianza también en la complementariedad económica existente entre las provincias cubanas. Por ejemplo, la provincia Granma, de la cual Bayamo es su capital, garantiza una oferta a precios relativamente módicos en moneda nacional de renglones alimentarios como verduras, viandas, cebolla, ajo y carne porcina de la cual se benefician no solo los bayamenses, sino también habitantes de pueblos y provincias aledañas. Incluso, habaneros que llegan a la ciudad por diversas razones, regresan cargados de dichos productos porque son mucho más económicos que los que se venden en la capital del país. A la misma vez, Bayamo se nutre de productos industriales de consumo personal (jabones, papel sanitario, pasta de diente, etc) producidos en otras provincias y que se venden en el territorio o en CUC o en CUP.
Algo novedoso visto en este viaje es la expansión del mercado negro en el cambio de moneda en la capital. Lo que hace 2 años era algo incipiente, ahora es una actividad con mucha presencia, incluso, desde el mismo aeropuerto. En ese lugar fui abordado a la llegada y a la salida por trabajadores y funcionarios de esa instalación que me ofrecieron comprar o vender dólares y CUC.

Si en la Casa de Cambio (CADECA) la compra de dólares es bajo una tasa de $1.00 USD = $0.87 CUC (la tasa oficial es $0.97 CUC más el 10% de penalidad por usar dólares) y la venta es a $1.03, en el mercado negro la tasa de cambio fluctúa entre $0.90 CUC y $0.95 CUC para la compra de dólares y para la venta es entre $1.00 y $1.02.
¿Por qué el mercado negro ha tenido tanto auge?. Aventuro par de hipótesis. Una puede ser que los agentes que funcionan en dicho mercado cuentan ahora con más liquidez en diversas monedas para poder ofrecer un servicio más sistemático. La otra hipótesis está vinculada a la incertidumbre que se ha generado en la población sobre cuál será la tasa de cambio que se establecerá entre el peso cubano y el dólar posterior a la unificación monetaria y cuáles serían los precios para los productos de consumo popular y para los insumos productivos que resultarían de esa tasa. Esta incertidumbre está impulsando a diversos sectores a acumular liquidez en dólares o en moneda nacional para tratar de enfrentar en las mejores condiciones posibles las decisiones que el gobierno adopte con respecto a la política cambiaria, lo que ha disparado la demanda en esas monedas, sobre todo de dólares, demanda que no siempre CADECA puede satisfacer.

El asunto de encontrar una tasa de cambio que no penalice el consumo y a la misma vez no estrangule al sistema empresarial es bien complejo. Según me comentaron, las autoridades cubanas no han llegado a un consenso sobre el particular. Se ha hablado de diversas tasas de cambio, ninguna por encima de la actual de $1 USD = $25 CUP.
Las empresas estatales comenzaron la transición hacia la unificación monetaria con la tasa de cambio oficial que ha regido por muchos años: $1 USD = $1 CUP, tasa que no refleja el verdadero valor de la moneda cubana y que subsidia la ineficiencia del sistema empresarial cubano. Sin embargo, algunos economistas me reconocieron que esa misma ineficiencia no permitiría la sobrevivencia de las empresas estatales si funcionaran a una tasa superior a $1 USD = $5 CUP.

viernes, 2 de mayo de 2014

LA HABANA Y “EL INTERIOR”

La Habana siempre fue una ciudad elegante, majestuosa, dinámica, con un gran inventario de joyas de la ingeniería y la arquitectura, como el túnel que pasa por debajo del río Almendares y el que une La Habana Vieja con el pueblo de Regla, el Malecón, el Paseo del Prado, el Capitolio, el Teatro García Lorca, el antiguo Palacio Presidencial, el Cementerio, entre otros. Es una ciudad que despierta pasiones opuestas en los habitantes de esa otra parte de Cuba que los propios habaneros llamamos “el interior”.

Sin embargo, de esa majestuosidad quedan solo vestigios por el nivel de deterioro de la infraestructura física urbanística: edificaciones que no se pintan desde hace 20, 30 años o más, algunas de ellas apuntaladas con serios peligros de derrumbe, calles y aceras en pésimo estado, incluso, hay zonas en que las aceras desaparecieron, áreas sin alumbrado que incursionar por ellas implica un serio peligro de accidente al poder caer en un hueco donde antes había pavimento; basura acumulada en las esquinas con una fuerte fetidez evidencia de que el recogido de esos desechos es irregular. Pero lo más triste es ver el deterioro de la conciencia social al observar personas que no pagan el pasaje de las guaguas, hombres que caminan sin camisa por las principales avenidas como si estuvieran en la playa, personas que arrojan todo tipo de basura donde mejor le plazca. He visto una capital arrabalizada, víctima del abandono por políticas económicas cuestionables y por la falta de amor de sus habitantes por su ciudad sobre todo el de las nuevas generaciones.
Pero no toda La Habana está en ese estado. Hay oasis de limpieza, mantenimiento y revitalización, como por ejemplo, la zona de 12 y 23 en el Vedado, la Rampa (el downtown de la ciudad), Miramar, el casco histórico de La Habana Vieja, el Malecón y la zona del puerto. La prioridad que se le está dando a estas dos últimas áreas ha sido el resultado del nuevo papel del Puerto del Mariel, que al convertirse en el principal punto de entrada y salida de mercancías por vía marítima, deja a la bahía de La Habana y su entorno terrestre lista para ser una zona de turismo y recreación. Y las obras para ese propósito ya arrancaron bajo la tutela del historiador de la ciudad, Eusebio Leal, y la empresa Habaguanex.

El Malecón se está sometiendo a un proceso de revitalización que incluye el muro, su acera y las edificaciones que están colindantes. Es posible observar edificios de vivienda en la zona totalmente reconstruidos y otros convertidos en galerías de arte, cafeterías o restaurantes, con diseños y opciones atractivas. El Malecón es la arteria vial que desemboca en el puerto que también está cambiando su fisonomía. Pude apreciar como ya se han desmantelado algunos almacenes y otro lo convirtieron en un centro de producción y degustación de cerveza artesanal. Todo este esfuerzo por revitalizar el área de la bahía es parte del interés por consolidar a la capital como uno de los destinos turísticos más importantes de la isla y que viene acompañado de la reconstrucción de hoteles y la inclusión de otros servicios turísticos como el recorrido panorámico alrededor de la ciudad con ómnibus de dos pisos, tal y como se hace en otras ciudades turísticas del mundo.
Pensaba que si La Habana estaba en un marcado estado de deterioro a pesar de contar con más recursos por ser la capital, por tener gran dinamismo económico, por ser el centro del poder político, por haber sido el escenario del maleconazo en agosto de 1993 o cualquier otra razón adicional, la situación en las otras provincias sería peor. Pero no fue así. Ciertamente observé niveles de deterioro en Villa Clara y Las Tunas, pero a la vez aprecié señales de prosperidad en Santic Spiritus, Holguín y Bayamo.

Bayamo en toda su extensión es un ejemplo de ciudad ordenada, limpia, funcional. No vi aceras destruidas ni calles en pésimo estado. No vi ningún vestigio de basura, porque el municipio se encarga de recogerla sin falta todos los días y porque la población se preocupa también de mantener limpia su ciudad. Se percibe también una apreciable actividad económica.
El gobierno municipal tiene una ordenanza que convirtió al casco histórico en una zona peatonal y evita que todo vehículo circule por el mismo. Incluso, las personas en bicicletas tienen que desmontarse y atravesar dicha zona a pie. Los medios de transporte turísticos son los únicos que están autorizados a entrar al casco solo para dejar y recoger a los turistas. Esto es un ejemplo de la preocupación del gobierno local por garantizar un adecuado ordenamiento urbano y de protección del legado histórico de la ciudad constituido por edificaciones que algunas de ellas datan del siglo XIX.

¿Por qué si Bayamo está afectada por los mismo problemas de escasez de recursos y políticas nacionales centralizadoras que sufre La Habana y el resto del país puede exhibir resultados más positivos?. En mi opinión, la diferencia la establece la calidad de la gestión del gobierno local. El gobierno de Bayamo, con el apoyo de las autoridades provinciales, ha demostrado ser más creativo y emprendedor que el de la capital o el de sus municipios.
Algunos en Cuba trataron de justificar el deterioro de La Habana por el hecho de que es una gran urbe donde viven más de 2 millones de habitantes y que siempre es más difícil administrar una ciudad de esa magnitud que otra como la misma Bayamo. Pero no comulgo con el argumento del determinismo demográfico.

Una ciudad con la envergadura de La Habana requiere, por lo tanto, de un nivel de creatividad, compromiso y habilidad administrativa mucho mayor que aparentemente ha faltado en los dirigentes que han pasado por allá. Es cierto que en un contexto de escaza autonomía local es muy difícil ser eficaz en la gestión de gobierno, pero el ejemplo de Bayamo demostró que aún con ese obstáculo hay espacio para brindarle una mejor calidad de vida a la población de su territorio.

martes, 29 de abril de 2014

EL DINAMISMO DE LA SOCIEDAD CUBANA

Volví a Cuba después de 2 años. Las apreciaciones que había tenido en el viaje anterior habían estado sesgada porque mi estancia se había circunscrito a La Habana, pero en esta ocasión pude ampliar la muestra de mis observaciones ya que estuve la mayor parte del tiempo en contacto con la realidad que se vive fuera de la capital, mediante un recorrido de 12 horas cuyo destino final fue la ciudad de Bayamo en el oriente del país y que me llevó por otros pueblos y ciudades como Jagüey Grande, Villa Clara, Santic Spiritus, Ciego de Avila, Camagüey, Guáimaro, Las Tunas y Holguín.

Pude percatarme que a lo largo y ancho de la isla la población cubana ha sabido encontrar espacios de funcionamiento y expresión autónomos en relación a la dinámica gubernamental. Si antes de los 90 la sociedad cubana marchaba en sintonía con las prácticas y políticas del gobierno y del partido, ahora esa sintonía ya no es tan convergente por la introducción del mercado y los mayores contactos que se tiene con el mundo exterior a través de la internet y los viajes individuales o a través de misiones de colaboración.
La existencia de dos mundos totalmente diferente (el privado y el público), con dinámicas y mentalidades divergentes, la proliferación de servicios dirigidos a satisfacer la necesidad de la población, con preferencia de tipo gastronómicos, la búsqueda de alternativas de diversión y entretenimiento más allá de las que ofrece el Estado y el apoliticismo de la población, entre otras, son características que pude visualizar en todas los lugares donde estuve.

Ciertamente hay diferencias entre La Habana y el resto de la isla en las formas en que se concretan o expresan esas dinámicas económicas y sociales. Por ejemplo, mientras que en la capital el gran protagonista de la ampliación de la red gastronómica ha sido el sector privado, en el interior del país los gobiernos locales encabezan este impulso. La calidad en los servicios y la sofisticación en el mobiliario, decoración y ambientación de los paladares capitalinos son superiores a sus homólogos en el “interior”.
Pero hay hechos que las fronteras provinciales no logran diferenciar. Por ejemplo, la calidad de los servicios en los establecimientos estatales no compara con la ofrecida por los negocios privados, donde es superior. En los trabajadores estatales predomina unas prácticas laborales bien rígidas (las mismas que sufrí durante mi vida en Cuba), producto de muchos años de estatización, pero que en ciertos contextos son convenientes ya que sirven de camuflaje para el desvío de recursos que van a parar a la población o a los cuentapropistas que obtienen así una buena parte de sus insumos para poder operar ante la inexistencia de un mercado mayorista.

Algo común que pude apreciar fue una mayor conciencia colectiva de que la propiedad estatal no es la solución para los problemas económicos del país. Cuando vivía en Cuba y me quejaba del mal servicio recibido, las explicaciones que obtenía circunscribían el asunto a “una falta de conciencia social”, “ingratitud de los trabajadores frente a la Revolución”, es decir, respuestas ideológicas; ahora cuando conversaba sobre el mismo tema, mis interlocutores me respondieron que la razón era “la falta de un sentido de pertenencia”, léase, el no ser o sentirse dueño de la empresa o el establecimiento que ofrece el servicio.

lunes, 8 de julio de 2013

POSIBLES IMPLICACIONES GEOPOLITICAS Y ECONOMICAS DETRÁS DE LA TRANSFORMACION DEL PUERTO DEL MARIEL

La inversión que se está acometiendo en el Puerto del Mariel ha generado diversos análisis, como los de Pedro Monreal en Espacio Laical y Haroldo Dilla en Cubaencuentro en la red. Me inserto en este debate, haciendo una reflexión desde otro ángulo:

Algo que ha caracterizado la conducción económica de Cuba bajo la Revolución es la carencia de un pensamiento estratégico para enfrentar las cambiantes circunstancias por las que la isla ha atravesado. La única excepción que pudiera identificar fue en 1975 cuando se implantó el primer modelo económico regularizado a escala nacional, conocido como Sistema de Dirección y Planificación de la Economía, que se amoldaba a la visión soviética de gestión y que era una necesidad para poder aprovechar al máximo la plena integración de Cuba al esquema integracionista de los países socialistas europeos. Fuera de ese momento, lo que ha primado es la improvisación, el voluntarismo, el actuar reactivamente para resolver los problemas coyunturales.

El último intento por tratar de establecer un proyecto de desarrollo económico con visión estratégica fue en el VI Congreso del Partido Comunista Cubano celebrado en el 2011 a través de los Lineamientos Económicos y Sociales. En mi opinión, los Lineamientos están lejos de ser ese proyecto. Es más bien una hoja de ruta, con tareas, metas, muchas de ellas sin conexión y que no apunta a la construcción de un nuevo modelo que garantice el desarrollo.

A pesar de esas debilidades, los Lineamientos son la guía que se está utilizando para la realización de las reformas en curso. Al menos así se plantea en el papel y públicamente por los dirigentes cubanos.

Sin embargo, en la aplicación de algunas políticas y en el desarrollo de ciertos proyectos de inversión se pueden percibir ciertas tendencias y coherencias que no parecen ser el fruto de una improvisación, sino de un pensamiento estratégico que busca conducir al país hacia objetivos económicos y geopolíticos no claramente expresos en documento alguno ni en el discurso oficial. Puedo percibir que la reforma va redefiniendo lentamente la estructura económica de la nación, sectorial y territorialmente, así como su inserción en la economía internacional, donde el papel que podría jugar el mercado norteamericano en dicha inserción no se está descartando.

Es en este contexto que se ubica el proyecto de ampliación y modernización del Puerto del Mariel.

El proyecto del Puerto del Mariel y sus implicaciones
En los Lineamientos Económicos y Sociales que finalmente se aprobaron en el VI Congreso del Partido hay una muy somera mención al Puerto del Mariel, que incluso, fue reducida en relación al documento original. Bajo el acápite Política para el Transporte, en el punto 277 se dice: “Alcanzar un eficiente programa inversionista en el desarrollo portuario del país, en especial del Mariel”[i]. Esta mención, aunque se pierde dentro del voluminoso documento, es destacable porque es la única de su tipo que se hizo a pesar de que está en curso o en planificación otros proyectos similares de la infraestructura física del país y ello puede ser reflejo de la importancia estratégica que la actual dirigencia cubana le está asignando al esfuerzo que allí se está acometiendo.

 El Puerto del Mariel, ubicado al oeste de La Habana, en la provincia de Artemisa, se pretende convertirlo en el mayor puerto de carga de Cuba, sustituyendo en esa función al de la capital, cuya área se utilizaría para propósitos turísticos y recreacionales. Para ello se está edificando una moderna terminal de contenedores, que cuando esté en su máxima capacidad operacional, podrá operar un millón de contenedores al año, muy superior a la actual capacidad del puerto capitalino que mueve 350,000 contenedores anuales.

La obra cuyo costo está estimado en cerca de 1 billón de dólares, financiada por Brasil y ejecutada por la empresa Odebrecht del mismo país, será también el corazón de una Zona de Desarrollo Económico que tendrá como actividad productiva central la industria ligera dirigida a cubrir las necesidades nacionales y para la exportación. También se pretende que sea la base de las exploraciones petroleras que se acometen en las aguas territoriales del norte de Cuba y que sirva de puerto de trasbordo regional, con condiciones para recibir a la nueva generación de buques, de mayor capacidad de carga, que estarán transitando entre el Atlántico y el Pacífico gracias a la ampliación del Canal de Panamá.

El proyecto incluye también almacenes, cámaras frías, centro de suministro de combustible, de distribución de alimentos y otros servicios. Además contará con una red vial y ferroviaria conectada a las vías existentes con el fin de garantizar el movimiento de mercancías que generará la instalación. Se espera que la terminal de contenedores inicie operaciones de forma parcial en el 2014 y será administrada por la firma de PSA International de Singapur, la segunda empresa más importante a nivel mundial en manejo de instalaciones portuarias.

La inversión se realiza muy a tiempo, en los momentos que la ampliación del Canal de Panamá redefinirá todo el tráfico marítimo de carga en la Cuenca del Caribe, cuando a partir del 2015 circulen con asiduidad entre el Océano del Pacífico y el Atlántico buques de nueva generación denominada Postpanamax, capaces de transportar hasta 3 veces más de carga que los actuales medios. Cuando la inversión en el Mariel concluya colocará a Cuba en una posición competitiva en la región ya que será uno de los pocos países capaces de recibir y operar ese tipo de embarcación.

Podría preguntarse: ¿Por qué se decidió acometer ese proyecto de inversión en el Mariel y no en otro puerto, por ejemplo, el de Santiago de Cuba que tiene la misma profundidad marítima en el área de los muelles, pero tiene una mayor en el canal de entrada?. Para responder a esta pregunta tenemos que enfocar el análisis de este proyecto no como un asunto de infraestructura física, sino de estrategias que pueden tener ramificaciones económicas y geopolíticas; territoriales y regionales.

Hay un primera estrategia implícita de carácter territorial: afianzar la región occidental y oeste-central como el principal eje de crecimiento y acumulación del país, teniendo como vértices, por el lado norte, al Mariel, La Habana, Varadero y Matanzas y por el lado sur a Cienfuegos. El papel que tendría la bahía de La Habana y sus instalaciones portuarias sería de un área de desarrollo turístico que involucraría el acceso marino y sus inmediaciones terrestres, consolidándose de esta forma la ciudad junto a Varadero como los principales polos turísticos del país. Matanzas es el punto central de entrada del petróleo que adquiere Cuba y se está conectando directamente con la refinería de Cienfuegos a través de un oleoducto en construcción. Por su parte la Perla del Sur va ampliado su papel en este esquema económico territorial con la modernización de su refinería, la construcción de una terminal para recibir supertanqueros de petróleo y su conversión en un Polo Industrial a partir de la producción de derivados del petróleo y otros productos químicos.

Hay una segunda estrategia envuelta de implicaciones sectoriales: La redefinición de los sectores que serán los principales ejes de acumulación. El proyecto del Puerto del Mariel se une a la decisión de continuar fortaleciendo el sector biotecnológico y farmacéutico e impulsar el área más débil del mismo: las exportaciones; a la decisión de darle un segundo aire al turismo, buscando diversificar la oferta turística y aumentar las capacidades hoteleras, a la modernización de la infraestructura física general (aumento de las líneas de celulares, la construcción del nuevo puerto petrolero y el oleoducto ya mencionado, renovación de la infraestructura ferroviaria, construcción de un nuevo aeropuerto en la capital, etc); se une también al incremento de las exportaciones de recursos humanos calificados.

Lo que se está observando es una especialización de Cuba en dos vertientes: una productiva asentada en producciones de alto contenido científico-tecnológico y otra de servicio en áreas que aportan mayor valor agregado. Si bien esta política se inserta dentro de las tendencias mundiales, en el caso cubano no es necesariamente una virtud, porque se está sacrificando un gran activo histórico que es la diversificación de la base productiva cubana, con una experiencia industrial y agrícola centenaria. Este déficit se puede paliar si logra funcionar eficientemente la zona económica especial del Mariel y el Polo Industrial de Cienfuegos. Quedaría pendiente la necesaria revitalización del sector agropecuario y el papel que jugaría en el futuro la minería y las ramas sideromecánicas.

Hay una tercera estrategia subyacente y es la geopolítica. El proyecto del Mariel se puede ver como parte de los “mensajes” que la dirigencia cubana está enviando al vecino del norte (debemos incluir en esos mensajes las expectativas creadas por las posibles reservas de petróleo en los mares territoriales de Cuba y los issues de seguridad que su explotación pueden implicar, así como la anunciada intención de construir 16 campos de golf en el país) de una pretendida importancia económica que la isla puede significar para las compañías norteamericanas, para que estas puedan ejercer presión sobre el liderazgo de Estados Unidos para lograr flexibilizar o eliminar el embargo sobre la isla.

Coincido con Pedro Monreal[ii] en la importancia que jugaría el Puerto del Mariel en la nueva logística de trasportación y productiva que se derivaría, para los Estados Unidos, de la ampliación del Canal de Panamá, porque por su ubicación el puerto podrá servir como punto de trasbordo de aquella carga que se mueva en la ruta Pacífico - América del Norte – Europa, ya que la carga que se mueve por el mismo Caribe en la ruta Pacífico – América del Sur – Caribe – Europa podrá ser manejada perfectamente por los puertos de San Cristóbal en Panamá, Caucedo en República Dominicana y Cartagena de Indias en Colombia, que se está ampliando y modernizando igualmente.

La concertación de estas tres estrategias va a depender de varios factores: por una parte, del nivel de revitalización macroeconómica (productiva) de Cuba. Un puerto de las dimensiones que estamos hablando tiene sentido si está respaldado por una actividad económica doméstica y externa sólida. También dependerá de la eficiencia con que se maneje el proyecto y de la evolución de las relaciones Cuba – Estados Unidos.


[i] VI Congreso del Partido Comunista de Cuba. Información sobre el resultado del Debate de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución. La Habana, mayo de 2011.


[ii] Pedro Monreal González. La era Postpanamax: ¿una oportunidad para Cuba?. Espacio Laical. Suplemento Digital, Arquidiócesis de La Habana, mayo 2013.

martes, 26 de febrero de 2013

HECHOS E INTERROGANTES DE UN DOMINGO DE CAMBIOS

El hecho más importante de la Sesión de Constitución de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular fue la designación como segundo al mando del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros de un dirigente que no forma parte del grupo de los históricos y que nació después que la Revolución había llegado al poder. Con esta decisión se comienza a poner en práctica lo anunciado en el VI Congreso del Partido en relación a dar paso a miembros de las nuevas generaciones para que vayan asumiendo las riendas del país, lo cual aplaudo.
 
Pero alrededor de esta decisión pueden surgir interrogantes acerca de la viabilidad y sinceridad de la misma, así como otras consideraciones que se pueden derivar. ¿Cuáles son algunas de estas interrogantes?.
 
¿Por qué fue Miguel Díaz-Canel Bermúdez y no otro el elegido?. Esta es una pregunta que puede abrirse a múltiples especulaciones. Tratemos de concentrarnos en los datos conocidos y apliquemos la lógica.
 
Es una persona que desde la base fue escalando los distintos peldaños del poder sin hacer ruido, sin apenas tener visibilidad pública, con manifestaciones inequívocas de lealtad y de apego a la reglas de juego de la cúpula dominante. También tiene que haber demostrado eficacia y eficiencia en el ejercicio de sus responsabilidades.  Porque en la Cuba que conocemos nadie por casualidad o por golpe de suerte se mantiene como máximo dirigente del partido en dos provincias por espacio de 16 años, llega al Comité Central desde el año 1991, se convierte en miembro del Buró Político a partir del 2003,  Ministro en el 2009 y posteriormente es ascendido a Vicepresidente del Consejo de Ministro desde el 2012.
 
La dirigencia histórica ha tenido tiempo suficiente para observarlo, prepararlo y pulirlo. Pero en mi opinión, lo más importante es que hoy en día tiene que haber mostrado un apoyo incondicional a la agenda reformista tecnocrática que está en ejecución en el país. Porque de lo contrario, no hubiera contado con el beneplácito de Raúl Castro.
 
¿No quedará en el camino como le pasó a Aldana, Robaina y Pérez Roque?. El peligro siempre existe, sobretodo porque el poder tiende a embriagar y hace perder la cabeza hasta el más calculador y flemático.
 
En los próximos años Díaz-Canel sentirá la presión de las nuevas responsabilidades otorgadas, de las expectativas que ello crea y será sometido al escrutinio público nacional e internacional y al seguimiento mediático. Las tentaciones al protagonismo surgirán y veremos cómo podrá manejar estos nuevos retos.
 
Si es necesario marcar una diferencia. Los Aldanas y compañías no fueron nombrados sucesores. Ellos se consideraron y manifestaron como tales a destiempo y por ello fueron defenestrados. Díaz-Canel si ha sido nombrado sucesor, con la bendición de Raúl y Fidel y posiblemente también con la aceptación del mayor grupo de poder hoy en día: los militares.
 
De todas formas, si Díaz-Canel cayera posiblemente haya un Plan B: Bruno Rodríguez o Mercedes López Acea, “la eficiente primera secretaria del partido en la capital” (palabras de Raúl).
 
¿Realmente los históricos se están retirando del poder?. En el VI Congreso del Partido se planteó  limitar a un máximo de dos periodos consecutivos de cinco años el desempeño de los principales cargos del Estado y del Gobierno y establecer edades máximas para ocupar esas responsabilidades, pero no se fue preciso con respecto a los altos cargos en el Partido mismo y es conocido que la verdadera fuente de poder emana del Partido Comunista de Cuba.
 
Perfectamente los dirigentes históricos pueden ceder la dirección administrativa del país a los retoños y mantener una vigilancia y una capacidad de intervención para corregir “tendencias indeseables” desde la atalaya del Buró Político. Porque como bien manifestó Raúl Castro en el VI Pleno del Comité Central "si bien el Partido no postula, tampoco puede desentenderse de la elección de los máximos dirigentes del Gobierno".
 
Si este fuera el escenario futuro, estaríamos en presencia de otro hecho inédito en la Cuba Revolucionaria: la desconcentración de poderes entre el Estado y el Partido.

miércoles, 17 de octubre de 2012

LA ACTUALIZACION DE LA POLITICA MIGRATORIA CUBANA

El término “actualización” se ha puesto de moda en el discurso político cubano como antítesis de reforma, restructuración, de cambio sistémico, profundo. Y de nuevo se ha hecho honor al uso del vocablo con las modificaciones introducidas en la política migratoria cubana.
 
Ciertamente se ha flexibilizado la política migratoria: se otorgó flexibilidad a los cubanos residentes en la isla a viajar al exterior, lo cual es positivo, pero manteniéndose las restricciones de siempre para los profesionales y técnicos. Nada cambió tampoco para los cubanos residentes en el exterior quienes tienen que seguir sometiéndose a la concesión de un permiso y a las abusivas cargas financieras asociadas a los trámites para visitar su país de origen.
 
En esencia, la nueva política migratoria no resolvió el problema de fondo: reconocer el derecho de todo ciudadano a entrar y a salir de su país y residir fuera de forma permanente o temporal por el tiempo que estimen.
 
El editorial del periódico Granma justificó la persistencia de las restricciones a viajar de los profesionales y técnicos por la política de “robo de cerebros” que alienta Washington con al Ley de Ajuste Cubano y otras disposiciones administrativas colaterales como el programa especial de visas a profesionales de la salud cubanos.
 
Es cierto que esa ley y demás disposiciones migratorias son excepcionales y facilitan la emigración e inserción de los cubanos en la sociedad norteamericana, pero no es la razón por la cual cientos de miles hayan abandonado su patria y otros sueñan con hacerlo. Porque países como España, República Dominicana, México y otros no tienen políticas migratorias concesionales para los cubanos y hoy en día son plazas receptoras de importantes flujos de ciudadanos de la isla que han ido en aumento desde los años 90. Por lo que las razones que impulsan a muchos “cerebros” de Cuba a emigrar hay que encontrarlas en el interior de la sociedad cubana, en lo que el proyecto socialista fue incapaz de ofrecerles y garantizarles.
 
Hay otro pasaje del editorial que es realmente insultante cuando plantea que “la política migratoria de Cuba, a lo largo de todos estos años de Revolución, se ha basado en el reconocimiento del derecho de los ciudadanos a viajar, a emigrar o residir en el extranjero.” Durante todos sus años la Revolución lo que ha hecho es penalizar el deseo de emigrar con la confiscación de propiedades, la retención en territorio cubano de hijos menores y otros familiares y la obligación de pagar onerosos costos por todos los trámites migratorios tanto para salir como para visitar la isla.
 
También se pretendió justificar el que los cambios no fueran más abarcadores por la hostilidad norteamericana hacia la isla. Hay muchas formas de defenderse de la hostilidad del poderoso vecino del norte, pero jamás puede ser violando el derecho universal a viajar y a decidir con entera libertad donde vivir.

jueves, 29 de marzo de 2012

LA INCOMODA POSICION DE LA IGLESIA CATOLICA

Muchos reclaman a la Iglesia Católica el que no use la luna de miel que está disfrutando con el gobierno cubano para que sea contundente en sus exigencias de libertad y de respeto por los derechos humanos para su pueblo. Incluso, algunos han criticado al Papa Benedicto XVI por no haber sacado un minuto de su apretada agenda en Cuba para escuchar a una representante de las Damas de Blanco o por no haberse reunido con otros grupos de la disidencia.

La Iglesia Católica y su cabeza dirigente, el Vaticano, no ha sobrevivido a siglos de convulsiones y tensiones, a una erosión de sus bases de feligreses y no ha llegado al Siglo XXI como un poder que todavía es capaz de movilizar a millones de personas a nivel mundial, a base de exabruptos y decisiones pasionales. Ella ha sabido ajustarse a las coyunturas y momentos históricos, cediendo cuando es aconsejable ceder, siendo implacable cuando las circunstancias lo aconsejan; negociando políticamente con otros poderes cuando no queda otra alternativa. Es así que no le “tembló la mano” cuando aplicó la Inquisición, actúo como el avestruz frente a los horrendos crímenes del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial y supo sortear la tormenta creada por las acusaciones de pedofilia de sacerdotes en varios países. En Cuba, la actuación de la Iglesia Católica no ha sido una excepción.

Hay una realidad incuestionable: la Iglesia Católica ha ganado un espacio en la isla que no lo ha ganado la disidencia interna. Ha jugado un papel de apoyo social con acciones dirigidas a mitigar las necesidades materiales de sectores del pueblo, pero lo más importante es que ha acogido a miles de cubanos que perdieron su norte ideológico y que han sido presa de la desesperanza y los ha recibido con un mensaje de paz y de tranquilidad, en un ambiente de tolerancia y conciliación. No es la religión que más seguidores tiene en Cuba, pero cada día está sumando más.

La visita de Benedicto XVI a la Mayor de las Antillas tenía el claro propósito de refrendar la actuación de la institución en el país y buscar mayores espacios para ella y de alguna forma dejar plasmada también las posiciones políticas de su eminencia y del Vaticano en relación a la situación en la isla. Para lograr estos propósitos no podría lanzarse como un ariete contra sus anfitriones. Es así que ignoró a los disidentes, pero envió mensajes políticos sutiles y claros cuando clamó por más libertad, más apertura y más espacio para la iglesia y cuando desarrolló un discurso incluyente de todos los cubanos. A la misma vez fue enfático cuando manifestó, en su viaje a México, que la ideología marxista no tiene futuro en Cuba.

La posición de cautela y a veces ambivalentes de la Iglesia Católica con relación a Cuba le ha generado detractores, pero es un costo que tiene que pagar por la posición incómoda que ella misma ha adoptado para poder lograr, en esa nación caribeña, sus objetivos milenarios y globales.

miércoles, 22 de febrero de 2012

CRONICAS DE UN VIAJE A CUBA (CUARTA PARTE)

Algo que se puede apreciar a primera vista durante una visita a Cuba es que el dinero está circulando en la capital. Se puede apreciar en las largas colas en las casas de cambio, en las tiendas llena de gente, en el uso masivo de los medios de transporte alternativos a las guaguas (nada baratos por cierto), en la magnitud de la inversión y decoración de muchos negocios privados y en el nivel de remodelación de muchas viviendas. Quizás, la fecha en que viajé (navidad y fin de año) ayudó a magnificar esa realidad, pero no a crearla.

Y este incremento en la circulación del dinero debido a la expansión del mercado ha incentivado la expectativa a consumir de la población y le ha planteado una nueva perspectiva en relación a su vida cotidiana. Varias personas con las que converse me explicaban que ahora tienen que planificar el gasto y la solución de sus problemas en el hogar y recordaba que anteriormente no había la posibilidad de planificar porque no había donde gastar o invertir. Y es que mientras que antes de 1990 no había una oferta apreciable de bienes y servicios donde canalizar el dinero acumulado, más allá de lo distribuido por la libreta de racionamiento, ahora el dolor de cabeza es que el dinero no alcanza para satisfacer todas las necesidades acumuladas.

El incremento de las expectativas a consumir y la realización de esa expectativa se canalizan en diversas vertientes: el consumo necesario, dirigido a satisfacer las necesidades apremiantes y normales de cualquier ser humano y el consumo suntuario, vinculado a determinados gustos y preferencias. El aumento del consumo ha llamado la atención de diversas firmas internacionales como L’Oreal, Christian Dior, Azzaro y otras que han abierto o están en planes de abrir tiendas en la isla.

Pero esta nueva realidad que se está abriendo paso en la capital cubana no nos debe crear el espejismo de que todos participan por igual en la captación del dinero circulante o en el disfrute de un alto consumo. Los grandes beneficiarios con la nueva apertura del mercado son básicamente los campesinos y vendedores del mercado negro que ya habían acumulado importantes sumas monetarias desde antes del Período Especial y aquellos con conexiones de familiares en el extranjero y que reciben remesas, las cuales en porciones crecientes se están canalizando como capital de inversión.

Aquellos que no pertenecen a los tres grupos mencionados y que dependen de su salario o pensión para vivir, no pueden participar de la misma manera de las nuevas expectativas de consumo que se han abierto en el país. Y los niveles de desigualdad también son identificables territorialmente, ya que, según me contaron, la oferta de bienes y servicios en la capital es mucho más abundante y diversa que en el resto de las provincias.

Donde se puede observar más claramente el nivel de desigualdad que se va abriendo paso en el país es en el estado de las viviendas. Es común ver en medio de cuadras de edificaciones en un estado deplorable una que otra remodelada y pintada, como oasis en medio del desierto del abandono.

lunes, 6 de febrero de 2012

CRONICAS DE UN VIAJE A CUBA (TERCERA PARTE)

Disfruto de la misma pasión que la mayoría de los cubanos: la pasión por la pelota. Y siendo consecuente con ella, me fui hasta el estadio Latinoamericano a ver un juego del equipo que he seguido históricamente: los Industriales. Los Industriales, por ser uno de los equipos que representa la capital y el máximo ganador de torneos nacionales, levanta sentimientos encontrados en la población cubana: para los habaneros es el equipo a amar, para el resto de la isla, es el equipo a derrotar. Es algo así como el equivalente cubano de los Yankees de New York.

El furor que levanta los Industriales en la capital es indescriptible. Por eso es comprensible la apoteosis vivida en la ciudad hace dos años cuando el equipo se llevó el cetro nacional, contra todos los pronósticos, y la tristeza el año pasado cuando el equipo ni tan siquiera clasificó para los play off.

Y esa fanaticada y su fanatismo por el equipo azul los encontré renovados en mi viaje a la isla. Los encontré en la peña beisbolera que se forma cada día en el Parque Central y donde, por cierto, se mantienen bien informados de las faenas de los cubanos que juegan en las Grandes Ligas. Los encontré también en el estadio, donde pude apreciar una importante presencia femenina exteriorizando entusiasmo y energía a la par del resto del público por cada buena jugada de un jugador industrialista. Pero el más elocuente ejemplo del vibrante apego a los Leones de la Capital (así se denomina al equipo Industriales) lo vi en un edificio de viviendas ubicado detrás del jardín izquierdo que lo pintaron con los colores y el logotipo del equipo.

Me agradó mucho ver a un estadio Latinoamericano muy bien mantenido, con una actividad comercial similar a la que encuentras en las calles de La Habana y con room service, lo cual te permite ahora comer y beber sin tener que abandonar tu asiento. También me agradó ver una estatua con la figura de Armandito el Tintorero colocada en el sitio donde siempre se sentaba, a manera de un homenaje permanente a ese industrialista de pura sepa que iba a cada juego a arengar a su equipo y que arrastraba a todo el estadio detrás de sus vítores y gritos.

Pero el fanatismo tiene también sus manifestaciones negativas y pude observar como elementos del público la emprendían contra los jugadores contrarios con insultos y burlas, que nada aporta a la pasión y belleza del juego. Son manifestaciones que expresan importantes lagunas en la educación formal y social de sectores del pueblo capitalino.

Pero lamentablemente, esas actitudes no son productos solamente de las exaltaciones que levanta un juego de pelota. Las pude ver en otras facetas de la vida cotidiana del habanero: en las guaguas, cuando vi a varias personas no pagar el pasaje y cuando el conductor les llamaba la atención respondían virulentamente o en las calles cuando vi a varios hombres caminar sin camisa, como si estuvieran en la playa, o cuando fui testigo del sacrificio y limpieza de un lechón en medio de una calle del Vedado, entre otros ejemplos.

martes, 24 de enero de 2012

CRONICAS DE UN VIAJE A CUBA (SEGUNDA PARTE)

En La Habana ya se identifican claramente dos mundos: el sector privado y el sector estatal. En ambos incursioné y pude obtener una visión de sus principales características.

El sector privado está integrado por el cuentapropista y la emergente pequeña empresa. Es aún minoritario pero en franca expansión y está jugando un importante papel en hacer más llevadera la cotidianidad de los habaneros. Los sectores donde a simple vista se observa que han tenido una significativa penetración han sido en la gastronomía, la transportación, en la venta de productos agropecuarios y de productos misceláneos (los llamados merolicos).

Es en el sector gastronómico donde se observa la mayor presencia del sector privado, con restaurantes, cafeterías y otros puntos de venta de comidas y bebidas. Junto con la presencia también de establecimientos estatales, hoy en día la capital cuenta con una variada y extensa red gastronómica para todos los gustos y bolsillos y con diferentes niveles de oferta y calidad. Te puedes encontrar desde un cafetería donde te venden un disco volador cuyo contenido tienes que descubrirlo con la ayuda de una lupa, pero que su precio es de $1 peso cubano, hasta una paladar donde la comida para dos personas te puede salir cercana o superior a $30 CUC (pesos convertibles). Lo cierto es que hoy en día en La Habana no tienes que caminar gran cantidad de cuadras para saciar la sed o el apetito.

El desarrollo de las paladares es uno de los aspectos que más me llamó la atención. Ya no son aquellos restaurantes de los años 90 cuyo interés básico era lucrar a partir de las necesidades alimentarias del cubano común. Ahora tratan de proyectarse como empresas competitivas y altamente profesionales y en la que sus dueños han invertido cuantiosos recursos en el mobiliario, en la decoración y ambientación, en el mercadeo, en la vestimenta de los camareros y en ofrecer una amplia variedad de platos y bebidas. Visité varias y en todas pude disfrutar de la alta calidad de la comida y del servicio prestado. Pero los relativamente altos precios de los productos que ofrecen las hace virtualmente prohibitivas para “los cubanos de a pie”. En la práctica, están dirigidas a funcionar dentro del mercado de los turistas o de aquellos cubanos con acceso regular a las divisas.

El servicio de transporte colectivo a través de las guaguas sigue siendo tan deficiente como siempre, pero las opciones de trasportación se han ampliado con la presencia de bici-taxis, coco - taxis y sobre todo de los boteros, taxis privados constituidos fundamentalmente por la “prehistoria” automovilística cubana a los que se han sumado algunos autos de la era soviética. Estos taxis se mueven solamente por las principales avenidas de la ciudad en rutas lineales, recogiendo clientes en su trayectoria y su costo oscila entre $10 y $ 20 pesos cubanos en dependencia del destino del usuario. La cantidad que circula cada día es realmente apreciable.

Montarse en estos autos constituye una experiencia singular. Muchos de ellos ya no tienen ni el panel con los instrumentos de medición y sus choferes tienen que calcular a ojo la gasolina que les queda en el tanque, pero se mueven y prestan un servicio invaluable a la transportación de los habaneros. Es interesante ver que la mayoría de los boteros son jóvenes que rentan los autos a sus dueños por una suma que puede oscilar entre $800 y $1000 pesos cubanos diarios.

A pesar de la anunciada reducción de la plantilla estatal, ese sector sigue siendo la principal fuente de empleo, por lo que continúa marcando la tendencia en las prácticas y cultura laboral del país. Es preocupante ver como las calles de la capital están llenas de gente en días y horarios laborales, como si fuera un domingo y cuando visitas las oficinas estatales para recabar un servicio te tropiezas con la ineficiencia, la lentitud, el desgano y el poco empeño por brindar dicho servicio con la calidad que el usuario requiere. Tengo que reconocer que hay empleados estatales que son diligentes en su trabajo y asumen sus tareas laborales con orgullo, pero hay otros que para lograr que cumplan con su deber hay que motivarlos con un empujoncito monetario o en especie.

Por fortuna, el sector privado está tratando de dejar atrás las tendencias negativas que emanan del área estatal, porque se están dando cuenta que el mercado les hace pagar muy caro tales prácticas y hábitos. Este sector tiene aún mucho que aprender y mejorar, pero ya está demostrando que es el embrión de una nueva cultura laboral y de gestión en el país, caracterizada por la creatividad, el empeño y la eficiencia.

lunes, 16 de enero de 2012

CRONICAS DE UN VIAJE A CUBA (PRIMERA PARTE)

Después de varios años de ausencia regresé a Cuba. Regresé a la Cuba post VI Congreso del Partido y en víspera del 53 Aniversario del Triunfo de la Revolución. Aunque fue un viaje estrictamente familiar, no me pude resistir a la tentación de observar el desenvolvimiento de la cotidianidad de los cubanos (para ser más preciso, de los habaneros) con los ojos de un estudioso de la isla.

Llegué para pasar la Navidad y el advenimiento del nuevo año llevando conmigo los recuerdos acumulados desde mi infancia de las celebraciones de esas fechas en la Cuba que me tocó vivir (la socialista).

Recuerdo que la época navideña que viví en la isla estuvo marcada por el racionamiento de los productos, por lo que turrones, manzanas y uvas aparecían en las mesas en cantidades bien limitadas en la cena de Noche Buena. Lo demás (algún pernil, vianda, congrí) dependía de las posibilidades de cada familia. Lo mismo ocurría con los adornos y luminarias típicas de la temporada. Como el Estado no garantizaba la venta de esos artículos, el montar un arbolito o adornar la casa con objetos alegóricos a la fecha dependía de los ornamentos que cada familia fue capaz de guardar de años anteriores.

Las mayores energías festivas se guardaban para festejar la llegada del nuevo año, aunque siempre matizada con el significado político de representar también un nuevo aniversario del triunfo de la Revolución.

Para los niños, el plato fuerte de todas las celebraciones lo constituía el Día de los Reyes Magos. A pesar de que los juguetes estaban también normados por la libreta de racionamiento, se disfrutaba de toda la fantasía del viaje y llegada de los Magos del Oriente guiados por la Estrella de Belén. Por eso me dolió la suspensión de la celebración de las festividades a partir del año 1970, a pesar de que para entonces, por el límite de edad establecido, ya no me tocaba el juguete básico y los dos no básicos.

En esta visita vi un renovado espíritu por celebrar las navidades y el fin de año. Aunque en las tiendas estatales no había una oferta especial de productos para la ocasión, pude observar el esfuerzo de algunas familias por comprar lo necesario o posible para tener una cena en Noche Buena o celebrar el nuevo año. Al igual que los años 60, la oferta de productos puede limitar la capacidad de celebración de las familias cubanas, pero a diferencia de aquella época, el Estado utiliza al mercado para establecer la restricción, ya sea a través de la disponibilidad o por el nivel de precios de los productos a la venta. Vine a ver un poco de turrones en una de las tiendas en la mañana del 24 de diciembre y nada de manzanas o uvas, sin embargo, pude adquirir las manzanas de procedencia canadiense a $0.40 CUC cada una de un vendedor ambulante en la Calle Obispo ante la mirada tolerante de dos policías.

Sin embargo, no vi ambiente para celebrar el Día de los Reyes. Apenas encontré juguetes en las tiendas habaneras. Ese motivo de fantasía infantil continúa perdido en Cuba.

Más allá de la connotación religiosa de la celebración de la Navidad, la misma es una fiesta de la espiritualidad. Es una temporada donde se debe resaltar el amor, la esperanza, la amistad, la solidaridad; es una época para compartir entre amistades y para reforzar los lazos familiares, que son valores que trasciende cualquier ideología. Mientras que en otros países se ha desvirtuado el verdadero sentido que debe tener la Navidad al primar el consumismo desenfrenado expresado en el deseo de regalar por encima de los valores espirituales que se deben fomentar, en Cuba, dada la escasez de recursos existentes y las posibilidades dispares de cada miembro de la sociedad, no hay condiciones aún para que ese consumismo imponga su hegemonía y es por tanto un buen momento para fomentar los valores ya mencionados.

No he visto que el liderazgo cubano quiera asumir ese mensaje, sin embargo, quien lo está asumiendo es la iglesia católica y lo pude apreciar en diversas actividades en que participé durante mi estancia en la isla.

martes, 20 de diciembre de 2011

NADA SORPRENDENTE LA NOTICIA

Esta semana el periódico El Nuevo Día de Puerto Rico publicó un reportaje a dos páginas sobre la posibilidad de que los vuelos directos entre Puerto Rico y Cuba se cancelen o se dejen solamente por temporadas debido a la pobre demanda que han tenido. Algunos de los entrevistados para el reportaje alegaron como factor los precios poco competitivos de los mismos, lo cual, en nuestra opinión, es un elemento agravante a la causa principal: dada las restricciones vigentes por parte de Estados Unidos, Puerto Rico no constituye un mercado vigoroso para sostener con cierta regularidad vuelos directos hacia la Mayor de las Antillas.

El reportaje señala también que esta situación no la ha confrontado solamente Puerto Rico y que compañías encargadas de organizar vuelos desde plazas como Atlanta y New York están valorando la reducción o cancelación de los mismos.

Esta información no nos sorprende, ya que en estas mismas páginas del blog habíamos advertido sobre tal posibilidad ante la excesiva euforia reflejada en los medios noticiosos por el anuncio de la compañía C&T Charters de sus planes de iniciar vuelos entre San Juan y Cuba con una frecuencia de dos semanales. Al anuncio de C&T Charters se unieron otras dos compañías que también se quisieron posesionar del mercado puertorriqueño. Como dice el viejo proverbio popular: “muchos inquilinos para tan poco espacio”.

Al respecto, en semanas anteriores señalé lo siguiente: “Las medidas liberalizadoras implementadas por el gobierno de Obama permiten ampliar el número de ciudadanos norteamericanos que pueden visitar Cuba pero bajo ciertas condiciones, manteniéndose totalmente restringidos los viajes para propósitos puramente vacacionales. Los más beneficiados con la nueva política del gobierno de Estados Unidos son los cubanos-americanos que si pueden viajar sin restricciones a Cuba, pero con los años, esta comunidad en Puerto Rico ha ido disminuyendo.”

Hay algo que no podemos ignorar: en un escenario del levantamiento total de las restricciones a los viajes a Cuba por parte de ciudadanos norteamericanos, Puerto Rico representaría un mercado de viajeros con un alto potencial, pero en las condiciones actuales jamás pensar que podría ser un nuevo Miami como quizás pensaron las compañías que decidieron organizar los vuelos.

Otra dimensión de esta experiencia trasciende el hecho cubano y entra en el campo de lo puramente empresarial. ¿En cuales informaciones o estudios se basaron las compañías organizadoras de los vuelos charters desde Puerto Rico para proponerse objetivos tan ambiciosos y justificar la inversión de recursos para alcanzarlos?. Pienso que la forma en que esas compañías trataron de controlar el mercado puertorriqueño es expresión de un modelo de hacer negocios que no es digno de imitar, pero ello implicaría otro análisis.

lunes, 14 de noviembre de 2011

LAS NUEVAS REGULACIONES SOBRE LA VIVIENDA

Con la autorización a la donación y compraventa de viviendas en Cuba se colocó al mercado como un actor protagónico en la redistribución de ese activo tan sensible social y económicamente. En mi apreciación, es la medida más liberalizadora que se ha adoptado en la isla en los últimos años.


Los alcances de la medida son variados: se legalizan actividades que de cierta manera ocurrían en el mercado informal, se flexibilizan las opciones legales para el traspaso de la vivienda que hasta el 9 de noviembre contaba solamente con la alternativa de la permuta, podrá tener, además, un efecto multiplicador tanto interno como externo, ya que pudiera incentivar la construcción y reparación de los inmuebles con recursos privados, sin la intervención del Estado y ello podría estimular un mayor flujo y redirección de las remesas ya que una porción creciente de las mismas podría estar dirigidas a financiar ese esfuerzo constructor. También se estimularía el surgimiento o crecimiento de oficios y especialidades vinculadas a las transacciones de viviendas como el tasador y el agente de bienes raíces.


Sin embargo, el efecto de las nuevas regulaciones en la solución de la vivienda en Cuba será bien limitado, ya que las modalidades de traspaso autorizadas operarían en un mercado con una oferta bien reducida y una demanda abrumadoramente insatisfecha. Según estimados, la escasez de vivienda supera la cifra de 1 millón de unidades y en este contexto no es descabellado pensar que ante la atracción de obtener recursos financieros en divisas, algunas familias decidan vender su propiedad para irse a vivir con parientes o amigos, incrementando el nivel de hacinamiento existente en los hogares, sobre todo en las áreas urbanas.


La medida adoptada tendría un efecto real sobre la solución de la crisis de vivienda en Cuba si fuera acompañada de todo un esquema económico y administrativo que propicie la construcción masiva de viviendas tanto estatalmente como por medios privados.

domingo, 2 de octubre de 2011

EL DEBER DE EDUCAR

A ella la conozco hace muchos años y es una de las tantas cubanas que vive en la diáspora, abrazada a la nostalgia y a los recuerdos de su tierra lejana. Esa nostalgia y esos recuerdos son las que la impulsan a viajar con frecuencia a la isla. Cada vez que regresa le pido que me cuente sus impresiones sobre lo que vio por allá, que me hable del estado de ánimo que palpó en el pueblo, de cómo estaba la situación económica. Muy cortésmente elude cualquier pronunciamiento sobre la realidad cubana, limitándose a hablarme de su experiencia con la familia y amistades. No obstante, yo sigo insistiendo, olvidando que ella no es una analista, ni una académica.


Sin embargo, algo pasó en el último viaje. No sé si fue que finalmente cedió a mi tozuda insistencia o lo que vio y oyó en Cuba fue de tanto impacto que ayudó a romper su mutismo, lo cierto es que decidió hablar, compartir conmigo sin tapujos sus percepciones de la realidad cubana actual. A continuación un resumen de lo que me comentó:


"¿Qué pienso de lo que vi y oí?. Mi humildísima opinión es que, por lo menos ahora mismo, ahí no está pasando nada, ni se está haciendo nada porque pase. Es complejo explicarte porque, a la par de esa percepción, se tiene la sensación de que la gente, o si prefieres la sociedad, el pueblo, está como a la espera de que pase algo; sabe que está en transición. Eso me pareció al tratar de desenredar la incertidumbre en la que viven. Como era de esperar, todo eso de los lineamientos, los supuestos aportes y asambleas es el mismo cuento de camino de siempre. ¿Cuentapropismo?. Tengo mucha curiosidad por saber si existe un país en el mundo que se haya desarrollado con improvisadas mesitas en las puertas de sus destartaladas casas, vendiendo botellitas de lejía, palitos de tendedera y estropajos caseros. Allá lo único que parece que sostiene por las puntas al país es la biotecnología y el turismo. Más lo primero que lo segundo. Nada de industrias, nada de producción, nada de nada. La verdad es que yo entiendo que nadie quiera poner el muerto y que desde fuera es fácil teorizar y trazar estrategias, pero no sé cómo es que la gente no se ha lanzado a las calles."


"Todo lo que te dije fue lo que percibí y al mismo tiempo pienso que mucho más interesante y novedoso es el aporte de variantes que den luz, que despejen el camino de ese callejón sin salida. Fíjate, una cosa me quedó grabada de mi viaje y en la que reparé con los días...fue que casi todas las personas coincidían más o menos en que, ok, ya sabemos que todo es un desastre y ¿entonces qué?, ¿qué viene después de la crítica?. Y no es que la gente quiera invasiones u otros cocos que le meten. Me parece que la expectativa o lo que esperan es algo así como ir encontrando rutas y claridad en la búsqueda de soluciones. La gente se siente como en un infranqueable laberinto, perdidos, sin brújula. Es posible que, tal y como han vivido por décadas, están esperando que aparezca la varita mágica o la gotica que colme la copa. Lógicamente, hay de todo. Están también los que quisieran la invasión y hasta a quienes no le importe nada. Y de todo eso hay tema. Por cada una de las situaciones que se vive en Cuba hay un tema del que se puede hablar hasta el amanecer. Pero a mí me parece que la machacadera por si sola ya no convence. E intuyo que, al igual que nos planteábamos allá la urgencia de resolver algo más de lo que creíamos resuelto, como la salud y la educación, asimismo pienso que tenemos que encontrar la forma de transparentar la intención de muchas de nuestras críticas y propuestas...transmitir credibilidad...no más de lo mismo."


Hay muchos ángulos de discusión que se pueden derivar de estas reflexiones, pero me quiero concentrar en lo que concierne al papel de los académicos frente a lo que me amiga percibe como la incertidumbre en que vive el pueblo cubano.


Los académicos nos hemos movido entre el diagnóstico, cuestionamiento de las políticas gubernamentales y las propuestas para resolver la “cuestión cubana”. El grado de virulencia de las críticas y el alcance de las propuestas han estado condicionados por el nivel de tolerancia y/o la afinidad ideológica de los interlocutores hacia el régimen.


Tanto críticas como propuestas se han construido teniendo como base nuestro amplio acervo de conocimientos dentro de los respectivos campos del saber y muchas veces las hemos dirigido desde nuestra elevada torre teórica y metodológica con un lenguaje solamente entendible por nuestros pares. No en pocas ocasiones nuestros cuestionamientos, ideas y proyectos quedan divorciados de los intereses y necesidades de lo que deben ser los principales beneficiarios de los mismos: el pueblo. Lo que pasa que ese pueblo, sociedad o gente (como diría mi amiga) vive apresado por esa lucha por sobrevivir en esa cotidianidad asfixiante que no les permite ver más allá de la inmediatez. Qué comer, donde vivir, cómo trasladarse o recrearse y ahora, más recientemente, cuál será la fuente de ingresos, son prioridades tan contundentes que se logran imponer a cualquier pensamiento que no vaya dirigido a resolver esas necesidades apremiantes para cualquier ser humano.


¿Cómo lograr que el pueblo logre ver más allá de su cotidianidad?. Al margen de que los académicos tenemos que ser capaces de generar un producto analítico entendible por las amplias masas, tenemos igualmente de ser capaces de educar: pasar de ser proponentes y críticos a educadores. Tenemos que contribuir a crear una conciencia crítica en la sociedad civil, que les permita entender e interpretar la realidad más allá de la posición de cada individuo y no únicamente desde la vertiente economicista.


Si logramos asumir ese nuevo papel, seremos capaces de trasmitir mayor credibilidad con nuestros mensajes y estaremos ayudando a formar una sociedad civil más activa y conscientemente crítica, factores muy importantes para la Cuba del futuro que queremos construir.

jueves, 4 de agosto de 2011

TEMORES Y EXPECTATIVAS

La prensa puertorriqueña se ha hecho eco recientemente de dos noticias relacionadas con los viajes a Cuba. Una de ellas tuvo como protagonista a Enrique Cruz, Presidente de Impulso al Desarrollo Económico del Oeste, quien apeló a la posible competencia que generaría la apertura del mercado cubano al turismo norteamericano para convocar al Gobierno de Puerto Rico para que apoye el desarrollo turístico del oeste de la isla.


Muchos, como el señor Cruz, han manifestado sus preocupaciones y temores por el impacto que le pudiera provocar a Puerto Rico el acceso de los norteamericanos al mercado turístico cubano, incluso, algunos han mencionado que los impactos pudieran ser devastadores y sus razones no les faltan si tenemos en cuenta el potencial de Cuba y el pobre dinamismo que ha manifestado el sector en Puerto Rico en los últimos 20 años. Pero si analizamos en profundidad ambos modelos de turismo podemos darnos cuenta que los efectos adversos, en términos de la cantidad de turistas norteamericanos que Cuba podría sustraerle a Puerto Rico, no serían de gran envergadura porque ambos modelos son bien diferentes y una de las diferencias es que la Isla del Encanto recibe una población turística que en proporción significativa es cautiva, es decir, que no dejará de venir aunque Cuba sea una opción. Donde yo visualizo el posible mayor impacto negativo es en los paradores que se nutren básicamente del turismo doméstico. Cuba podrá atraer al turista puertorriqueño el cual dejaría de visitar los paradores y con ello asestar un duro golpe a esas hospederías, aquejadas desde hace mucho tiempo por los bajos índices de ocupación de sus habitaciones. Y en este sentido, las preocupaciones del señor Cruz por el desarrollo turístico del oeste de la isla son muy legítimas.


La otra noticia fue el anuncio de la compañía C&T Charters de sus planes de iniciar en octubre vuelos entre San Juan y Cuba con una frecuencia de dos semanales. En estas mismas páginas había manifestado anteriormente que si bien era muy positiva la autorización otorgada al aeropuerto Luis Muñoz Marín de San Juan para desarrollar vuelos hacia Cuba ya que posibilitaría que puertorriqueños amparados en las excepciones existentes puedan moverse entre ambos territorios, no sé si a un costo relativamente inferior pero con ahorro de tiempo, en vuelos contratados con propósitos particulares, ponía en duda la posibilidad de que se puedan desarrollar con rentabilidad vuelos con frecuencia regular por no contarse con un volumen de viajeros suficientes para tal objetivo.


Las medidas liberalizadoras implementadas por el gobierno de Obama permiten ampliar el número de ciudadanos norteamericanos que pueden visitar Cuba pero bajo ciertas condiciones, manteniéndose totalmente restringidos los viajes para propósitos puramente vacacionales. Los más beneficiados con la nueva política del gobierno de Estados Unidos son los cubanos-americanos que si pueden viajar sin restricciones a Cuba, pero con los años, esta comunidad en Puerto Rico ha ido disminuyendo.


Frente a ese escenario, ¿cómo se pueden explicar los planes de C&T Charters?. ¿Será que la compañía se estará posesionando en un mercado que apunta ser promisorio tan pronto se derriben las barreras que impiden el libre flujo de viajeros hacia Cuba?, ¿o habrá equivocado la interpretación del alcance de la política liberalizadora de la administración norteamericana, que la lleve a promocionar viajes no autorizados por la ley, como ya ocurrió con una agencia de viaje que fue amonestada por el Departamento del Tesoro?.


Soy un fiel partidario del levantamiento de todas las restricciones que impiden el libre flujo de viajeros en ambas direcciones, pero mientras esto no ocurra, hay que proteger las concesiones logradas de los posibles abusos que se puedan cometer, porque ello daría argumento a los que en las esferas del poder en Washington quieren revertir lo existente.

lunes, 11 de julio de 2011

EL DERECHO A LA INFORMACION

Parecía un artículo sacado de un medio de prensa no cubano, sin embargo, curiosamente, fue publicado la semana pasada por el Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba.


El trabajo homónimo comienza señalando una de las máximas de toda democracia: ofrecer información "no constituye un favor, sino un derecho del pueblo". Posteriormente arremete contra los funcionarios cuyas prácticas continuamente atentan contra ese derecho al negarse a ofrecer información ya sea amparándose en un falso secretismo, como en mecanismos burocráticos que impiden el acceso de la información a los periodistas.


Sin embargo, a la periodista se le "olvidó" mencionar que otra de las formas de violar el derecho ciudadano a la información es la censura a su publicación, cuando la misma revela verdades que son incómodas para las instancias superiores del poder.


A pesar de ese "olvido", no deja de ser interesante que el Periódico Granma se haga eco de uno de los déficits democráticos que padece el sistema político cubano.

lunes, 25 de abril de 2011

REFLEXIONES POST-CONGRESO

Tres asuntos me llamaron la atención del Sexto Congreso del Partido.

En primer lugar, la aprobación de un documento modificado en más de un 60% en relación al original. No se ha publicado esa nueva versión, por lo que no es posible hacer un análisis de la misma, pero indiscutiblemente la agenda de cambio propuesta en el documento original era insuficiente para un país que no logra estabilizar su crecimiento económico, que está padeciendo de escasez de financiamiento producto del estrangulamiento de su sector externo, particularmente en el renglón de los bienes y de importantes retrocesos en los sectores productivos, que sufre de una descapitalización de la infraestructura física y tecnológica y de un estancamiento y envejecimiento de la población. Un país en esas condiciones no puede garantizar su crecimiento y desarrollo con simples actualizaciones del modelo de acumulación cuya mira es solo alcanzar una mayor eficiencia de la actividad centralizadora del Estado. Lo que se necesita es un nuevo modelo donde se replantee seriamente el papel del Estado y el mercado en la economía.

El segundo asunto fue la elección de las estructuras de dirección del partido. Se había planteado que esa tarea se dejaría para la Conferencia del Partido a celebrarse el 28 de enero del próximo año, quizás como una señal de que las distintas tendencias al interior de la élite política no habían llegado a un consenso de quienes integrarían las máximas instancias del poder. Posiblemente la sorpresiva renuncia de Fidel a la posición de Primer Secretario del Partido a pocas semanas de comenzar el congreso (aunque la colocó retroactivamente al 2006) sirvió para destrabar el impasse, imponiendo a los representantes del inmovilismo en posiciones que les permita gardear a los sectores empecinados en desideologizar la economía. Y esto nos lleva al tercer asunto de interés:

El abrumador control del Buró Político y del Secretariado del Comité Central por parte de la vieja guardia. Nunca pensé que el liderazgo histórico se retiraría en masa, pero albergaba la esperanza de que las máximas instancias del partido (léase Buró Político y Secretariado) se abrieran en mayor número a nuevos rostros, nuevas mentalidades. Lamentablemente no fue así. No es de esperar, por tanto, que esos dirigentes históricos, comprometidos hasta el tuétano con el fracaso del modelo económico, estén dispuestos a llevar los cambios a los límites que el país necesita, y ofrecerán resistencia a todo intento que sea percibido como un abandono de los principios que animó el proyecto revolucionario o que pongan en peligro su proyecto de poder. Y mientras en la cúspide se produzcan esos forcejeos off the record, el país continuará languideciendo.

martes, 15 de marzo de 2011

DOS NUEVAS NOTICIAS

En los últimos 7 días se hicieron dos anuncios que podemos valorarlos positivamente. El primero, fue la decisión del Gobierno Norteamericano de autorizar a ocho nuevos aeropuertos a organizar vuelos charters a Cuba y entre ellos se encuentra el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín de San Juan. Se abre así un enlace directo entre las dos islas, cuyos pueblos comparten afinidades históricas y culturales y respeto y cariño mutuo. Aunque dudo que actualmente se puedan desarrollar con rentabilidad vuelos con frecuencia regular ante la decreciente población de emigrantes cubanos residentes en Puerto Rico, la autorización posibilitaría que viajeros amparados en las excepciones existentes puedan moverse entre ambos territorios a un costo relativamente inferior en vuelos contratados con propósitos particulares.

El segundo anuncio se produjo este pasado lunes 14 de marzo y correspondió a la decisión del Comité de Política Monetaria del Banco Central de Cuba de devaluar en un 8% la tasa de cambio oficial del peso convertible (CUC) con relación al dólar norteamericano y demás divisas, restableciendo la paridad entre el CUC y el dólar. Independientemente de las motivaciones que animaron tal decisión, sin lugar a dudas que uno de los grandes beneficiados con la medida es el pueblo cubano ya que el dólar le rendirá un poco más con el canje. Pero el rendimiento sería mucho mayor si se eliminara el gravamen del 10% aplicado a quien desee comprar en efectivo pesos convertibles con dólares estadounidenses.

viernes, 9 de julio de 2010

LA LIBERACION DE LOS PRESOS POLITICOS CUBANOS

El acuerdo alcanzado para la liberación de los prisioneros políticos que fueron detenidos en 2003 es una acción de la que debemos regocijarnos todos y no solo por el hecho en sí mismo, sino porque se dio como resultado de un diálogo entre un actor social y el gobierno. Sin embargo, antes de tratar de extrapolar conclusiones de este suceso, sobre todo aquellas que pueden señalar de que es un signo de voluntad de cambio por parte del régimen, debemos analizar las circunstancias en que se tomó la decisión.

La misma se logró como resultado de las fuertes presiones que se generaron contra el gobierno cubano por el fallecimiento en prisión del disidente Orlando Zapata, debido a una huelga de hambre en protesta por las condiciones carcelarias en que se tenían a los presos políticos, el tratamiento dado por el gobierno cubano a las manifestaciones de protesta de los disidentes en la isla, en particular Las Damas de Blanco y el deterioro de la salud, con amenaza de muerte, de Guillermo Fariñas, que estuvo en huelga de hambre por 135 días. Estos sucesos generaron diversas expresiones de condena y preocupación provenientes de los más variados sectores ideológicos y políticos que provocaron una de las mayores crisis de imagen exterior del régimen cubano en su historia.

Cuba pudiera haber liberado estos presos desde mucho antes de una forma voluntaria y así haber dado una muestra fehaciente de voluntad de cambio, sin embargo, no lo hizo. Debilitado económica e ideológicamente, el gobierno no podía darse el lujo de tener en su haber otro fallecimiento por las mismas razones, por lo que no tuvo más salida que hacer las concesiones esperadas.

La alta jerarquía de la iglesia católica ha salido de todo este proceso reivindicada como un actor negociador y por lo tanto fortalecida su imagen en la opinión pública nacional e internacional. Cuando el gobierno cubano se acercó a la iglesia para comenzar el diálogo estaba reconociendo (quizás sin proponérselo) a un sector que poco a poco ha ido ganando espacios en la sociedad cubana. Para nadie es un secreto que a raíz de la crisis económica e ideológica en que ha caído la Revolución desde los años 90 los templos católicos han ido recibiendo cada vez más oídos que quieren escuchar un mensaje diferente y que desean encontrar otro referente espiritual.

El papel de España no se puede dejar de pasar por alto. Empeñada en refrendar su política de diálogo con el gobierno de la isla, en contra de la posición común europea, había quedado mal parada a raíz de la muerte de Zapata. Paciente y tenaz, entró de nuevo a jugar en un momento decisivo para evitarle al gobierno cubano un nuevo descalabro, que hubiera constituido otra bofetada a la política española anti aislacionista. En mi opinión, con estas acciones España está dejando claro que quiere jugar un papel en el futuro de Cuba, papel que ya ha estado cimentando a partir de la notable presencia económica de sus empresas en suelo cubano.

Con el acuerdo, Cuba logró desactivar una crisis de imagen y de política exterior y con ello obtuvo un respiro en su atribulada situación. Posiblemente su decisión de liberar a los presos políticos le ofrezca algunos réditos en el futuro, como la apertura de algunas ventanas de cooperación en Europa Occidental y la creación de un ambiente propiciatorio para una política más abierta hacia la isla por parte de los Estados Unidos, en la que uno de los primeros pasos pudiera ser la conversión en ley del proyecto que trata de eliminar las restricciones de los viajes de norteamericanos y dar mayores facilidades para la exportación de productos agropecuarios a la isla. Pero aun queda un asunto espinoso de carácter coyuntural por resolver y es la detención del contratista norteamericano, detenido desde finales del 2009, y contra el cual las autoridades cubanas aun no le ha formulado ningún cargo.

lunes, 6 de julio de 2009

ALGO MAS QUE EFICIENCIA

En una entrevista publicada por el periódico Juventud Rebelde, algunos destacados economistas en Cuba señalaron que la isla necesita "balancear la economía'' y promover la eficiencia y la búsqueda de ingresos externos ante el impacto de la crisis internacional. Uno de ellos fue más enfático y planteó que la eficiencia es una de las "cuestiones medulares'' para amortiguar la crisis.

Estoy totalmente de acuerdo con ellos, ¿pero el crear una cultura de eficiencia es suficiente para sacar del letargo en que se encuentra actualmente la economía cubana?. Si usted tiene un auto cuyo motor puede realizar solamente 10 millas por galón, aunque lo mantenga a una velocidad estándar de 40 millas, no logrará que haga 30 millas por galón, es decir, la ineficiencia del auto no se resolverá con una mayor conciencia del chofer; el problema es que el auto tiene un motor que es ineficiente. Es importante que el chofer adquiera conciencia de cómo manejar más eficientemente su auto, pero la solución definitiva al alto consumo de gasolina es cambiar el auto. A la economía cubana le pasa lo mismo.

Decir o sugerir que las dificultades que está enfrentando hoy en día la economía cubana es debido a la crisis internacional, es minimizar la magnitud de sus problemas acumulados debido a la falta de una voluntad política de los dirigentes de la isla para “coger los toros por los cuernos” y acabar de enrutar al país en la senda del crecimiento y desarrollo autosostenido.

Si bien la economía mostró una recuperación macroeconómica entre 1995 y el 2006, la misma no resolvió los estancamientos de algunos sectores (casi endémicos) como el del sector agropecuario, se han seguido reproduciendo las mismas debilidades estructurales que fueron en su momento las causas endógenas de la crisis que se desató en los 90 y además se han sumado dos problemas de mayúsculas proporciones: un inexorable deterioro de su capital fijo, debido a su continuo uso, a la obsolescencia tecnológica y a la incapacidad de generar una adecuada capacidad de reemplazo y modernización del mismo y un proceso de descapitalización del recurso humano, el cual tiene dos dimensiones: la fuga de capital humano altamente preparado tanto, hacia otros países, para buscar mejores condiciones de vida, como hacia otros trabajos y actividades de menor calificación pero de mayor retribución económica, particularmente en divisas y la otra dimensión es el pobre y desigual acceso a los avances científico – técnicos mundiales y uno de los ejemplos más relevantes son las limitaciones al acceso a la Internet. Este proceso es una de las causales de la baja productividad del recurso laboral cubano. Como consecuencia de todo lo anterior, tenemos hoy en día una economía tan frágil y agotada como estaba en 1990.

Por lo tanto la solución a la fragilidad y deterioro progresivo de la economía cubana no descansa solamente en la existencia de medidas y escenarios coyunturales de índole favorables. La solución pasa por una profunda reforma estructural y sistémica, donde se le dé un espacio protagónico al mercado y se replanteé, por consiguiente, el papel del Estado en la economía.

miércoles, 4 de marzo de 2009

SUSTITUCIONES Y REALINEACION EN LA CUPULA

Finalmente se dio a conocer la anunciada reestructuración del Consejo de Ministros. De acuerdo al objetivo planteado de lograr “una estructura más compacta y funcional, con menor número de organismos de la administración central del Estado y una mejor distribución de las funciones que cumplen” se podía esperar una modificación sustancial de la composición ministerial, sin embargo, lo que se observó fue un mayor énfasis en cambios en las figuras que iban a ocupar distintas instancias de poder dentro de la estructura del gobierno.

En mi opinión, lo más relevante de los cambios producidos fue lo siguiente:

1. La sustitución de Carlos Lage como Secretario del Consejo de Ministro, identificado por algunos como el arquitecto de las tímidas reformas introducidas en los años 90. Aunque para muchos esto constituyó una sorpresa, realmente su salida flotaba en el ambiente ya que desde hacía más de seis meses estaba desaparecido de los espacios noticiosos cubanos. Viendo la Nota Oficial del Consejo de Estado en la que se plantea con claridad que la posición de Secretario del Consejo “no constituye legalmente una instancia con facultades de decisión en materia gubernamental, ni se le atribuye protagonismo alguno en la dirección del Gobierno” es perfectamente comprensible que un hombre de la proyección de Lage, quien se había convertido en la práctica en una especie de Primer Ministro, no podía continuar ejerciendo en un cargo que ahora está devaluado. Si su destitución se debió a que perdió la confianza política de los máximos líderes, ¿por qué mantiene su posición de Vicepresidente del Consejo de Estado?.

2. La sustitución de Felipe Pérez Roque. Al parecer, su remoción también se debió a perdida de la confianza política. De cualquier forma, con su salida se puede mejorar la imagen de la Cancillería cubana, con la presencia de un nuevo Canciller más profesional, más aceptable en los círculos diplomáticos internacionales, menos ideologizado y menos adicto a los “discursos de barricada” como su antecesor.

3. Se incrementó la presencia de los militares en el aparato gubernamental con la promoción de otros dos generales.

4. La composición generacional dentro del Consejo de Ministro se mantuvo prácticamente inalterable.

5. Los cambios han traído caras nuevas al Consejo de Ministro, pero no caras frescas, ya que los sustituyentes provienen de otras instancias o niveles del poder administrativo o de la cúpula partidista.

Pienso que es muy prematuro tratar de encontrar en estas sustituciones alguna clave que permita revelar el carácter de las reformas que podría introducir Raúl Castro en el futuro, si es que realmente hay planteada tal posibilidad. Lo cierto es que los cambios producidos en el Consejo de Ministro es una evidencia más de la decisión de Raúl de ejercer con seriedad su papel de figura máxima del país y de la necesidad que tiene de consolidar su poder, rodeándose de figuras leales que le apoyen en la tarea de implementar su programa de gobierno. En esta sentido, posiblemente veremos más cambios en las distintas instancias administrativas y políticas a lo largo de este año, proceso que pudiera culminar con el anunciado Congreso del Partido Comunista, que debe celebrarse a finales del 2009, donde deberán quedar totalmente conformado los máximos cuerpos de dirección partidista.