martes, 20 de diciembre de 2011

NADA SORPRENDENTE LA NOTICIA

Esta semana el periódico El Nuevo Día de Puerto Rico publicó un reportaje a dos páginas sobre la posibilidad de que los vuelos directos entre Puerto Rico y Cuba se cancelen o se dejen solamente por temporadas debido a la pobre demanda que han tenido. Algunos de los entrevistados para el reportaje alegaron como factor los precios poco competitivos de los mismos, lo cual, en nuestra opinión, es un elemento agravante a la causa principal: dada las restricciones vigentes por parte de Estados Unidos, Puerto Rico no constituye un mercado vigoroso para sostener con cierta regularidad vuelos directos hacia la Mayor de las Antillas.

El reportaje señala también que esta situación no la ha confrontado solamente Puerto Rico y que compañías encargadas de organizar vuelos desde plazas como Atlanta y New York están valorando la reducción o cancelación de los mismos.

Esta información no nos sorprende, ya que en estas mismas páginas del blog habíamos advertido sobre tal posibilidad ante la excesiva euforia reflejada en los medios noticiosos por el anuncio de la compañía C&T Charters de sus planes de iniciar vuelos entre San Juan y Cuba con una frecuencia de dos semanales. Al anuncio de C&T Charters se unieron otras dos compañías que también se quisieron posesionar del mercado puertorriqueño. Como dice el viejo proverbio popular: “muchos inquilinos para tan poco espacio”.

Al respecto, en semanas anteriores señalé lo siguiente: “Las medidas liberalizadoras implementadas por el gobierno de Obama permiten ampliar el número de ciudadanos norteamericanos que pueden visitar Cuba pero bajo ciertas condiciones, manteniéndose totalmente restringidos los viajes para propósitos puramente vacacionales. Los más beneficiados con la nueva política del gobierno de Estados Unidos son los cubanos-americanos que si pueden viajar sin restricciones a Cuba, pero con los años, esta comunidad en Puerto Rico ha ido disminuyendo.”

Hay algo que no podemos ignorar: en un escenario del levantamiento total de las restricciones a los viajes a Cuba por parte de ciudadanos norteamericanos, Puerto Rico representaría un mercado de viajeros con un alto potencial, pero en las condiciones actuales jamás pensar que podría ser un nuevo Miami como quizás pensaron las compañías que decidieron organizar los vuelos.

Otra dimensión de esta experiencia trasciende el hecho cubano y entra en el campo de lo puramente empresarial. ¿En cuales informaciones o estudios se basaron las compañías organizadoras de los vuelos charters desde Puerto Rico para proponerse objetivos tan ambiciosos y justificar la inversión de recursos para alcanzarlos?. Pienso que la forma en que esas compañías trataron de controlar el mercado puertorriqueño es expresión de un modelo de hacer negocios que no es digno de imitar, pero ello implicaría otro análisis.